Desde el año 2015, cada 11 de febrero se homenajea a las niña y a las mujeres que contribuyen con su trabajo a que el cocimiento científico aumente.
Las mujeres han contribuido con su trabajo al progreso científico y tecnológico de todos nosotros. Los caminos que la llevaban al estudio fueron siempre más tortuosos que aquellos que transitaban los científicos varones: el estudio femenino se ha desincentivado durante siglos y con frecuencia, se ha prohibido. A pesar de los obstáculos, la falta de apoyo y el descrédito, muchas mujeres entregaron su tiempo y su inteligencia al conocimiento.
Hipatia (filósofa y matemática 1360 aprox.- después de 1415), Hildegarda de Bingen (médico, 1098 - 1179), Ada Lovelace (pionera de la informática, 1815-1852)... Y otras muchas en todos los tiempos y en todos los campos, han formado parte de la historia científica de humanidad.
Los alumnos de 1º de la ESO, han trabajado a través de un texto la figura de Marja Sklodwska, conocida como Marie Curie.
Hacia finales de 1897 Marie tenía como meta el doctorado. Al buscar un proyecto de investigación que le sirviera de tema para la tesis, se interesó vivamente por una reciente publicación del francés Henri Becquerel, quien había descubierto que las sales de uranio emitían espontáneamente, sin exposición a la luz, ciertos rayos de naturaleza desconocida. Un compuesto de uranio colocado sobre una placa fotográfica cubierta de papel negro dejaba una impresión en la placa a través del papel. Era la primera observación del fenómeno al que Marie bautizó después con el nombre de radiactividad.
Merced a la
intervención del director de la Escuela de Física donde enseñaba Pierre, Marie
logró permiso para utilizar un depósito que había en el sótano. La investigación
científica en aquel cuartucho no era nada fácil, y el ambiente, fatal para los
sensibles instrumentos de precisión, no lo fue menos para la salud de la
investigadora.
Mientras se
hallaba enfrascada en el estudio de los rayos de uranio, Marie descubrió que
los compuestos formados por otro elemento, el torio, también emitían
espontáneamente rayos como los del uranio.
Por otra parte,
en ambos casos la radiactividad era mucho más fuerte de lo que podía atribuirse
lógicamente a la cantidad de uranio y torio contenida en los productos
examinados.
¿De dónde
provenía esta radiación anormal? Solo había una explicación posible: los
minerales estudiados debían contener, aunque en pequeña cantidad, una sustancia
radiactiva muchísimo más poderosa que el uranio y el torio. ¿Pero cual era esa
sustancia? En sus experimentos, Marie había examinado todos los elementos
conocidos. Por tanto, los minerales examinados debían contener una sustancia
radiactiva que por fuerza tenía que ser un elemento químico hasta entonces desconocido.
El mes de julio
de 1898 los esposos Curie pudieron anunciar el descubrimiento de una de estas
sustancias. Marie le dio el nombre de polonio en recuerdo de su amada Polonia.
Los alumnos de 3º ESO han realizado un trabajo monográfico sobre las distintas aplicaciones de isótopos radiactivos en la mejora de la calidad de vida de las personas. Este trabajo solo se ha podido llevar a cabo gracias a un gran esfuerzo en la búsqueda y selección de información. Para poner punto final a esta experiencia hemos elaborado presentaciones (de Canva y Power point) que nos han permitido exponer estos conocimientos delante de nuestros compañeros.




