En los años noventa del pasado siglo, Daniel Pennac escribió un libro titulado Como una novela, es un elogio de la lectura y una defensa de la lectura lúdica.
En el capítulo 57 de este libro aparecen los derechos fundamentales del lector, que garantizan un uso libre, divertido, sano y formativo de la experiencia de leer.
Por supuesto, el primer derecho del lector es el derecho a no leer.
LA LECTURA ES UNA FORMA DE FELICIDAD
Decía el escritor argentino Jorge Luis Borges que no hay que leer un libro porque sea moderno o antiguo, hay que leerlo porque nos da felicidad. Si un libro es aburrido para nosotros, mejor dejarlo. Si nos aburre Shakespeare o Cervantes, es porque Shakespera o Cervantes todavía no escriben para nosotros: llegará un día en que estos autores escribirán para nosotros y nos harán felices. Hasta que llegue ese día, no hay por qué correr.